miércoles, 2 de abril de 2014

 Existen unas 2.000 especies de estrellas de mar que viven en los océanos de todo el mundo,desde hábitats tropicales a fríos lechos de mar. Las más frecuentes tienen cinco extremidades, de ahí que se les llame estrellas, pero hay especies con 10, 20 o incluso 40 brazos. La estrella de mar es tan reconocida que se a convertido en un símbolo de la vida en el mar. Mas allá de las cuestiones sobre su biología y evolución bien conocidas por los que estamos relacionados con las ciencias naturales, es interesante también explorar las cosmoviciones de los pueblos originarios, sobre su origen. Existe una leyenda prehispanica mexicana que me pareció muy bonita historia para compartir.


 Kapsis, la hija mimada del jefe Haas (mezquite), acostumbraba todos los días, después de terminar sus labores cotidianos, acurrucarse junto a alguna roca cerca del mar y mirar y mirar el vaivén de las olas. Por horas y horas la sorprendía la tribu, inmóvil, silenciosa, como si esperara ver salir del fondo del mar a la diosa Xtamosbin (tortuga marina. 

 El gran jefe y los miembros de la tribu no se explicaban porqué Kapsis huía del trato de sus semejantes, y a pesar de ser joven y bonita rehusaba trazar los pasos de la pazcola, ni batir palmas en el baile y menos acompañar el fragor de los cantos. Para Kapsis no había más deleite que refugiarse en la playa desolada, y contemplar el paisaje triste del mar bravío que desataba a veces tormentas espantosas. 
Pero es que nadie sabia el secreto de Kapsis: Kapsis estaba enamorada de una vastlk (estrella) que a ella se le antojaba, era flor de la tierra de los dioses. 
 Una noche volvió al mar, y con ansiedad miró el cielo en busca de la bella vastlk. Al descubrirla esplendente en medio del azul eterno deseó fervientemente que nunca terminara la noche para embelesarse por horas y horas con su belleza. De pronto, como si su deseo fuera mágico, absorta contempló cómo su estrella favorita se desprendía del cielo. 
 Atravesando el azul oscuro con la misma velocidad que los dardos con punta de pedernal de los guerreros Kun kaak eran disparados sobre los coyotes o venados, así la estrella atravesaba el espacio. Los ojos negros y vivaces de Kapsis siguieron el rastro luminoso hasta descubrir que caía en el mar. 
Asustada la joven por tal acontecimiento corrió en busca de la canoa más cercana; remando enérgicamente llegó hasta el lugar donde había visto caer la estrella, y sin mucho pensarlo se arrojó al agua para rescatarla. Kapsis bajó a las profundidades en busca de la estrella hasta llegar al fondo del mar; pero en su rápido descenso cayó sobre una traicionera roca que le produjo la muerte.

Sobre el lecho pétreo Kapsis quedó inmóvil, los brazos abiertos en cruz, las hermosas piernas extendidas. Xtamosbin, la sagrada tortuga marina, diosa de los seris, al contemplarla tan pálida y quieta se conmovió. ¡Qué hermosa era! Y allí estaba inmóvil en lo profundo del mar; todo porque había querido salvar a una estrella que se ahogaba. La diosa fue a su lado y posó sus manos sobre el cuerpo inerte de la joven Kun kaak convirtiéndola al instante en una bella estrella de mar. Kapsis desde ese instante sería feliz. Allí en el mundo sin voz, contemplaría las luchas y las tragedias mudas del mundo verde de esmeraldas líquidas. Además no estaría sola, ya que los peces de aletas de plata y cuerpos pintados de vivos colores la acompañarían. Y como si todo eso fuera poco, desde los bosques de sombras oscuras moteadas de luz vivirá feliz espiando el cielo a través del agua espumosa teñida por el sol. Así Kapsis todas la noches miraría a la bella vastlk a quien ella tanto amaba.
 Fuente: Kapsis (Estrella del Mar) | Leyendas Mexicanas Prehispanicas 
http://www.mitos-mexicanos.com/leyendas-mexicanas-prehispanicas/kapsis-estrella-del-mar.html

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